domingo, 9 de noviembre de 2008

EL RIESGO

Por estos días de crisis se está usando muy a la ligera la palabra regulación. Que si hay que regular más a los mercados de capital, que si hay que regular más a los bancos, que si hay que regular más a las calificadoras, que si hay que regular más a los derivados, que si hay que regular más al “capitalismo salvaje” y en general afirmaciones que pecan de desinformación y/o de mala intención.

En primer lugar hay que entender que es una estupidez regular a los que toman riesgos. De hecho, es esta virtud humana (que no tienen todos los seres humanos), éste talento de algunos lo que ha consolidado al capitalismo como el sistema económico más poderoso y eficiente y que ha hecho posible que millones de personas salgan de la pobreza absoluta. En el capitalismo, gracias a los que se arriesgan, gracias a los que van más allá de la vida rutinaria, gracias a los que sueñan, gracias a los que superan al promedio, gracias a los que desean dar antes de recibir, gracias a los que quieren ganar más, es que el capitalismo se consolidó en EU y convirtió a este país en la primer potencia económica del siglo XX con una predominante clase media y un grupo de virtuosos emprendedores.

Si no hubiera capital de riesgo, no habría sido posible el nacimiento y consolidación de gigantes como Microsoft, Yahoo, You tube, Wal Mart, Mc Donald’s ó Google. Estos grandes ejemplos de grandeza humana, de toma de riesgos, de apuesta a ganar, simplemente son inexistentes en nuestro capitalismo estatista-mercantilista latinoamericano.

¿Quién limita y termina por aplastar a la libertad humana inherente en el capitalismo? Los políticos y burócratas socialistas que odian que unos sean mejor que otros, que odian que haya quien gane millones, que odian la excelencia y, en cambio, desean que todos los seres humanos estén en el “justo medio” en la mediocridad absoluta. Ahí está la mediocridad que caracterizó a los regímenes comunistas, en dónde la innovación estuvo siempre ausente.

Tristemente, cuando la culpa de la actual crisis financiera mundial son las medidas erróneas de política pública, se culpa al sistema más exitoso de todos los tiempos, ese que el propio Marx reconocía como el más eficiente y poderoso, ese que propicio el nacimiento de una burguesía que rompió los candados de los esclavos del feudalismo.

No, definitivo, la toma de riesgos no se debe limitar ni regular. Lo que se debe garantizar es que quien pierda asuma sus propios riesgos, que quien pierda no sea rescatado por otros, que quien pierda respete los derechos de propiedad de terceros. Ese fue el capitalismo que predominó en el siglo XIX en EU, en dónde estaban totalmente ausentes los bancos centrales, hipotecarias estatales, esquemas estatistas educativos y de salud, sobre regulaciones bancarias y bursátiles, y en general toda la intervención estatal fuera de proteger los derechos a vivir, a ser libre y a poseer bienes privados de las personas.

Hoy vemos un capitalismo “prostituido” por los políticos, que defienden a capa y espada que el ser humano es excesivamente ambicioso por naturaleza y por ello el Estado debe detener esta “ambición perversa.” Vaya estupidez. Alguien que innova, que crea riqueza para millones, que conquista nuevos mercados está lejos de ser ese perverso enfermo ambicioso que afirman los gubernamentólatras. Confunden a la grandeza humana de toma de riesgos con la vulgar delincuencia de algunos humanos, ciertamente enfermos (yo diría sin la educación apropiada) que roban y/o asesinan a otros para despojarlos de sus bienes.

Hay buenos y malos hombres de negocios, con y sin ética, pero estas situaciones no tienen que ver con la condena socialista a la libertad que da el capitalismo. Recordemos, para aquellos atarantados que hoy quieren revivir a Marx, que los crímenes más horrendos han sido cometidos por las dictaduras comunistas en donde la libertad es aplastada, en donde la libertad es mancillada y manipulada a favor de los poderosos burócratas comunistas.

La evidencia es contundente, en dónde se coarta la libertad, en dónde se suprimen los derechos de propiedad, sobreviene la hambruna, la pobreza y el subdesarrollo. Ahí está Cuba, Ahí está Corea del Norte, Venezuela ó Bolivia.

Qué tristeza me da oír a bisoños hablando de regular. Que tristeza me da oír condenas contra la libertad económica.

El riesgo es esa posición que a veces lleva a la banca rota, pero que también es el resorte de grandes inventos y conquistas humanas. No debemos limitar el riesgo, sino hacerlo una cultura, en dónde quede claro que las pérdidas ó ganancias se circunscriben a quienes lo corren.

Que el Estado rescate a los quebrados, otorgue créditos a los perdedores, avale a las empresas, proteja y subsidie a los agentes económicos ineficientes, es totalmente ajeno al espíritu emprendedor y tomador de riesgos que caracteriza al sistema capitalista de libre mercado.

Ojalá la actual crisis limite el riego moral y castigue-no premie- a quien asume riesgos contra terceros.

Ya veremos si el Próximo Presidente de EU, Barack Obama (quien se arriesgó-otro ejemplo de riesgo- y no siendo blanco conquistó su llegada a la Casa Blanca), está a la altura de las circunstancias, y ante los grandes desafíos que enfrenta EU, no termina eliminando, matando la toma de riesgos que hizo a EU el país líder en innovaciones en el siglo XX. Ya veremos.





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